Thursday, January 17, 2013

Fila 4 al centro







Blanco y negro, un sobreimpreso advierte que la pelicula es ganadora en un festival europeo de cuyo nombre no quiero o no puedo acordarme, luego de los títulos la enigmática Monica Vitti aparece en pantalla mirando a cámara, paseándose nerviosamente en una habitación y un hombre aparece sentado, pasados 4 minutos Monica pregunta a Ricardo (el hombre en la habitación) que harán, ella se quiere ir, el no la deja, ella se queda, el se afeita en otra habitación, ella abre la puerta y vuelve a espetarle que no aguanta mas, que se va y tras 10 minutos baja la escalera y deambula por el barrio con ancha avenida que parece nueva y no habilitada aun salvo para el automovil de Ricardo que no se resigna e insiste en llevarla, ella se niega y al fin consigue llegar a su casa. Ricardo, salvo una breve aparición furiosa desaparece de la vida de Monica y de la nuestra.Quien es Ricardo?, que relación la unía a Monica?, tenía parentesco con ella? tal vez en una próxima película.La cinta termina aquí? No. Sigue 2 horas mas en donde nos enteramos que Monica tiene una madre que opera en la bolsa de Roma, que Alain Delon es su corredor, que se produce una debacle financiera, que Delon le quiere morder la boca a Monica y ella se niega hasta el paroxismo y cuando al fin suponemos que accede, no se ve, no se infiere, no se entiende. Este bodrio y tantos otros hacían las delicias de los cines clubs del mundo (y Argentina) donde se debatía el mensaje y las imágenes cargadas de misterios, silencios interminables y diálogos ininteligibles se sucedían en nombre del arte del cine.
La película en cuestión se llama L'eclisse y la filmó Michelangelo Antonioni y para curarme el malestar visceral me tomé una hora de Oliver Hardy y Stan Laurel (el gordo y el flaco) dos genios incunables.
Buenas tardes.

Thursday, January 03, 2013

Sarna con gusto




Podrías exigirlo, para eso están tus mandatarios, para rendirte cuentas pero preferis no hacerlo y es porque te gusta vivir así:
Te gustan las veredas rotas, sucias, barridas o mojadas en horarios inusuales, te gustan las veredas ocupadas por comerciantes que ocupan el lugar público con total desparpajo y desaprensión, te gustan angostas y desparejas y no decís nada cuando tus vecinos (y vos mismo tal vez) las ocupan para hacer filas y reuniones.
Te gustan las calles convertidas en sumideros (tambien las aceras) el lugar donde todos tus desperdicios y el de tus mascotas se depositan, las calles convertidas en cauces de aguas servidas o depositadas en charcas inmundas, calles rotas por falta de mantenimiento o por fallas de elaboración, te gustan las eternas calles de tierra y las semipeatonales.
Te gustan los ruidos, las bocinas estentóreas, los equipos de música en los autos a niveles de sordera, los escapes libres, las motos de gran cilindrada aturdiendo el día y la noche, el teatro Municipal convertido en terminal de omnibuses o en anfiteatro de músicos (?) que fatigan al vecino en la madrugada, te gustan las caravanas eternas de recibidos o despedidos a toda hora del día y de la noche.
Te gustan los perros callejeros, jaurías alimentadas por vecinos que sin embargo no se ocupan de sus enfermedades ni sus deposiciones.
Te gusta la velocidad, vehículos recorriendo la ciudad a velocidades prohibidas, gambeteando el tránsito y desconociendo las prioridades de paso en las esquinas (haya o no semáforo).
Te gusta que haya un servicio público de colectivos cuyos dueños mayoritarios son los vecinos pero la utilidad se la lleve un socio minoritario, utilidad que sale del valor del pasaje que pagan los dueños mayoritarios.
Te gusta que haya un servicio de recolección de residuos idem del párrafo anterior.
Te gusta vivir así y para ello cuando hay elecciones votás a miembros de la corporación política a quienes les pagás el sueldo para seguir viviendo así.
Es en la ciudad donde vivo pero podría ser en otras ciudades.
Buenas tardes.