Monday, March 22, 2010

Quiero mi pediatra
















No tuve pediatra, me siento un paria y la nostalgia de no haberlo tenido me invade de tal manera que voy a llorar. me contengo y pienso que es mejor no haber tenido pediatra, pero si un médico general de pueblo que acudía a mi casa al llamado de mis padres: el nene tiene escarlatina, que es la escarlatina? para que saberlo? se cura? dejelo en la cama y en una semana la escarlatina tomará rumbos acordados de antemano por la naturaleza, saltará hacia mi hermano menor y concluida esta etapa, marchará fuera de casa a castigar a otros niños que osaron enfrentarse a enemigo tan audaz que no casualmente rima con procaz. Pero volviendo al tema, mi sobrino me dice que no puede venir a casa porque tiene que llevar su hijo al pediatra y es ahí cuanto tomo conciencia de que a mi no me llevaban al pediatra, me llevaban al doctor cuando algo me dolìa o cuando tenia rubeola (hermana díscola de la escarlatina). Repasemos, nacíamos en casa (muchas veces), bebíamos leche de la teta de mamá y mas tarde leche de la vaca de Juan, el lechero, leche que mamá hervía en una olla sobre la económica funcionando a leña. Crecíamos con pan de horno de leña, carne de vaca, polenta con pajarito, teniamos resfríos y gripes y la abuela nos daba vino con azúcar y nos curaba el mal de ojo que la vecina de enfrente nos estuvo mirando mucho y alabando la figura. El médico venía cuando la varicela (prima putativa de las anteriores) me llenaba de granos rojos el cuerpo, cuando me caí en el gallinero, ( teníamos gallinas que ponían huevos y nos comiamos ambos) y una vez que a mi hermano le entró un bicho en el oído. De todas formas me hubiera gustado tener pediatra propio, el que me hubiera medido y pesado, recetado nestum 34g con megalitos, anotado para la próxima visita en la que cambiaría el nestum por calcium 235, volvería a medirnos, pesarnos y cobrarnos.
Buenas tardes