Friday, March 20, 2009

Cartas desde la locura























Una información ha conmocionado el medio periodístico mundial. Es el descubrimiento de un diario que escribiera Benedicto W15, mientras estudiaba en el convento de Razzingur. Pude acceder a él y como es mi deber periodístico voy a revelarlo en capítulos, empezando por el primero. Pido perdón a quien pueda ofender y compasión a los ofendidos.
"He decidido que hacer de mi vida. Serè sacerdote. Estuve hablando con G y él me convenció. G tiene el mismo problema que yo, sufre de poluciones. Estuve investigando y dicen que a los 20 años ya no es normal. Un amigo nuestro, H, nos aconsejó salir con mujeres y de ser posible tener relaciones con ellas (dijo coger, pero el término no me gusta) y tampoco me gustar tener contacto con mujeres (no sé con hombres o con perros). Tengo un poco de aversión por ello. No es que sea tímido, pero mi educaciòn no me permite este tipo de pecados. Incluso en algún momento, mi mente sucumbió a la tentación de masturbarme, pero mi carne no cedió y es por eso que G me ha dicho que me parezco mucho a un santo. No dijo Cristo. Cristo, según me dijo, cayó embaucado por el demonio que le presentó a María Magdalena, o es que Magda era un demonio?, como sea que fuere, Cristo no fué santo y yo parece que sí.
Entonces me haré sacerdote. Iré a un convento este fin de semana, hablaré con los superiores y les diré lo que tengo pensado. Voy a ser papa (en minùscula en el original) y entonces podré enseñar estas verdades. El sida no existe. Esta es una verdad revelada, que tuve en una visión. Estaba yo parado frente a un árbol que parecía un almendro, como el sueño era en blanco y negro no alcanzaba a ver si los frutos estaban maduros o no, pero tenían, estoy seguro de ello, pezones, diminutos botones rosados (deduzco) parecidos al chupete que usé cuando niño. De pronto los frutos se inflaban y adquirían formas diversas: redondos, pequeños, terminados en punta, grandes, caìdos hacia un lado, turgentes, blancos..Uno de ellos se abrió verticalmente, dos labios y una pequeña lengua aparecieron y entonces la boca me habló: Ve y divulga, anda y proclama: el sida no existe si nosotros no abrimos nuestros labios, si nuestra lengua, que sólo es un apéndice inútil, calla. Di también a quien quiera oírte que sólo alcanzarán la eternidad los castrados, los impotentes, los niños y los que no nacieron, todos esos que a partir de ahora se reservan el derecho de quedarse aquí, pendiendo de las ramas de este árbol que se secará junto con todos los pecadores. Sé que es un poco fuerte pero es la única manera de convencerlos. Me aceptaron y aquí estoy estudiando....sigo mañana con la luz del sol"
Buenas Tardes 

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