El perro del hortelano

Ustedes creen que no lo saben o lo saben y lo esconden?: un empresario amigo de nacionalidad mexicana quiere comprar un campo de 4.560 hectáreas para forestar, para ello deberá traer a mi país cuatro millones y pico de dólares, me pagará ciento y pico mil dólares de comisión, pagará al fisco el equivalente a doscientos y pico mil dólares y para formalizar toda esta operación viajó a mi país dos veces, se alojó en hoteles y comió en restorantes, alquiló vehículos y pagó viáticos, para el proyecto iba a contratar a una empresa con empleados para los trabajos de forestación los que iban a limpiar el terreno, alambrarlo (por lo que iba a comprar los materiales) comprar los árboles y plantarlos, regarlos, hacer casas para el personal, galpones para las maquinarias, tinglados para la madera, llegado el momento contrataría una empresa de transportes para llevar la madera (que cortaría con maquinaria y hombres en el mismo campo) hasta aserraderos los que luego de industrializarla la venderían en el mercado interno o exportarían. Llegado el momento de la concreción una ley argentina le impide todo lo enunciado y muchas otras cosas que no nominé para no cansar al lector y entonces mi amigo se vuelve a México y posiblemente intentará lo mismo en otro país que le permita hacer esa inversión, claro que deberá pagar mas caro el campo por lo que mi amigo cree (malpensado) que esa es la verdadera razón de la prohibición: el atrofiamiento cerebral de los legisladores, la envidia y el sentimiento perrohortelanístico.

Ustedes ya lo habrán deducido: el campo que mi amigo quería comprar estuvo en ese lugar desde hace millones de años y el mismo tiempo hace que no se cultiva, no sirve de vivienda, no paga renta nacional ni provincial (tal vez alguna tasa municipal) no genera empleo, bla bla, bla.

Cómo se mide la validez y el éxito de una medida un curso de acción o una ley?: por las ventajas que otorga y el progreso que genera en toda la sociedad, la ley que los empleados gubernamentales votaron provoca exactamente lo contrario.

Comentario: Argentina es un país agrícola ganadero y lo es por su extensión que sería una bendición sino fuera por las mentes afiebradas de los mandatarios que condenan o prohiben su explotación porque mientras mi amigo no comprará el campo para forestar, otras miles de hectáreas seguirán esperando quien las trabaje, las explote y gane dinero con ello, miles de hectáreas desparramadas a lo largo y ancho, espacio que podría albergar a todos mis paisanos que viven hacinados a la vera de las grandes urbes, condenados a ser explotados y usados como garantes del proceso aparentemente democrático que les dió ese rol, seguirán esperando que despertemos de esta pesadilla o durmamos eternamente el sueño del monstruo.